miércoles, 24 de abril de 2013

El hombre más rico de tu ciudad



En la vida son muchas las cosas que tenemos que hacer: formarnos lo mejor posible en lo personal y en lo intelectual, encontrar un motor económico que pueda cubrir nuestras necesidades, cuidar de nuestra familia y amigos, dejar algún legado...
Todas las actividades que son necesarias realizar a lo largo de nuestra vida, podemos hacerlas con o sin ilusión.
 
El foco no es hacer sólo aquello que nos gusta, sino poner la ilusión en cumplir con nuestros compromisos y responsabilidades, porque cuando no existe ningún tipo de compromiso con nada se acaba viviendo sin ganas y sin sentido. Un ejemplo cinematográfico que me gusta especialmente, y que resume la siguiente escena, es el comportamiento de George Bailey (James Stewart) en la magnífica película ¡Que bello es vivir! :

Durante toda su vida George no va a cesar de tener que luchar contra Potter y sus ansias por arruinar la compañía de emprestitos, el mismo día de la boda de George, y cuando este iba de luna de miel y por fin a salir de su odiada ciudad natal, ocurre una crisis, que cierra el banco. La gente acude a la compañía de emprestitosy el tío Billy, asustado, cierra las puertas, sabiendo que eso será la quiebra. George abandona el taxi que le lleva a la estación y se enfrenta ante sus asustados inversores. Pero el pánico por la miseria no se supera con brillantes discursos y para contentar a sus inversores tiene que empeñar el dinero que iba a gastar en su luna de miel. Apenas le sobran dos dólares, y no podrá dejar Bedfordfalls.

También es cierto que muchas veces falla la ilusión, pero cuando se esta dispuesto a hacer lo que es correcto y echamos mano de la responsabilidad y del esfuerzo, alcanzamos el mejor de los premios que un ser humano puede conquistar, la satisfacción personal de haber puesto lo mejor de uno mismo, aún cuando el resultado no haya sido el deseado.

Estar dispuesto siempre a hacer lo que es correcto puede impedir llevar a cabo tus sueños, como le sucede en la película a George Bailey, que tuvo el sueño de dejar el mísero pueblo en que le había tocado vivir, viajar por todo el mundo y estudiar una carrera universitaria, y nunca lo consiguió. Pero una de las consecuencias del compromiso y la responsabilidad es que cuando las dificultades te ahogan aparecen soluciones que nunca llegas ni a imaginar:

Entonces llega tío Billy, y anuncia que un milagro ha sucedido, Mary ha hablado con algunos amigos contándoles que George tenía problemas y toda la ciudad había hecho una gran colecta, aparecen todos los que George ha ayudado durante toda su vida y por los que se ha sacrificado dando todo lo que tienen para que George pueda salir adelante, y finalmente aparece su hermano que al saber que su hermano tenía problemas ha dejado plantado al presidente y ha volado bajo una tormenta para estar junto a su hermano en aquellos momentos, y llega a tiempo para brindar por su hermano, para él y para sus amigos, el hombre más rico de la ciudad.

Conclusión:

1.- No seas ingenuo, hay factores fuera de tu control que pueden impedir la consecución de tus sueños, pero también pueden frustrarse cuando decides hacer lo correcto.

2.- Si te guías en tu forma de actuar por el compromiso y la responsabilidad, siempre ganas, cuanto menos tienes la satisfacción personal de haber hecho lo que debías poniendo lo mejor de ti.

3.- No eres perfecto (nadie lo es), pero tampoco es necesario para tener una vida completa y bien vivida en la que puedas llegar a ser como George, el hombre más rico de la ciudad.

viernes, 12 de abril de 2013

¡Lo que dice tu escritura!



Según un reciente estudio que me ha hecho un grafólogo a quien no conozco, soy:
“Una persona abierta, amable y espontanea, con tendencia a la extraversión. Con un carácter disciplinado, ordenado, con cierto pragmatismo y una personalidad equilibrada que acepta los aciertos y los errores. En la forma de actuar eres una persona medida y justa, con un temperamento práctico y activo y con cierta desconfianza que te hace tomar ciertas reservas antes de conceder confianza a los demás. Posees una buena autoimagen y autoevaluación y tienes equilibrio entre la vida familiar y social”
¡Tengo que reconocer que me ha dejado sorprendido!