En el proceso de transformación de un gusano en una bella mariposa, ocurre un hecho que determina su vida:
En el momento de la liberación del capullo, la crisálida tiene que realizar un enorme esfuerzo con sus alas recién formadas; de esa forma consigue romper el capullo de seda que le ha protegido y servido para su transformación.
Si en el momento de la liberación abrimos artificialmente el capullo, la mariposa nunca volara. La impresionante energía que deben desplegar para agrietar el capullo es necesaria para que luego confíen en sus alas y puedan volar.
Hoy asistimos a una aceleración vertiginosa unida a situaciones de estrés, falta de comunicación, conflictos laborales, pérdida de un ser querido, enfermedad, pérdida de empleo, angustia, miedos, negatividad...
Tenemos que atrevernos a vivir nuestra propia experiencia, y tener la paciencia de completar nuestra metamorfosis, reconociendo la realidad actual y constatar que a pesar de todo la vida merece la pena ser vivida con coraje y valentía; que no es sentimiento es una decisión.
Esperar a que todos los semáforos se pongan en verde es estúpido, ¡nunca va a suceder!. Cree en tu singularidad y 3, 2, 1 y a volar.
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